El Primer Pokemon [Marcus Daimon]

Tan pronto como entró, comencé a sentir un calor que me hizo sudar, pero antes de presentarme ante el joven novato me limpié el sudor de la frente con un paño limpio, y luego froté mis lentes con otro y lavé el vapor de los cristales.

-¿Tanto me parezco a esos inútiles ayudantes? Yo soy Rohan, Tobeus Rohan, y supongo que vienes a por tu primer Pokémon. – dije, con algo de mal humor, ya que no me gustaba demasiado el calor, y aún menos que me entelaran los lentes. – Tengo mucho trabajo, así que date prisa en escoger.

Me acerqué de nuevo a la puerta donde se encontraban las salas de los Pokémon, y con la mano di una señal al chico para que se acercara.

-Hay una gran variedad para elegir, pero ya lo sabrás si has venido expresamente aquí. – dije, situando mi mano derecha encima del pomo de la puerta y preparándome a abrirla.

Guié al chico hasta la primera puerta, para luego pararnos.

-No es recomendable seguir si no sé cuál es el Pokémon que quieres, ya que ir abriendo puertas al azar solo pondrá nerviosos a los cachorros, y a las madres de los mismos. – dije, cruzándome de brazos y suspirando, pues, a decir verdad, ir regalando mis preciadas posesiones así como así a los nuevos entrenadores, me ponía de los nervios. – Y bien, ¿Cuál te gusta más?

Nos dirigimos a la sala especial de los Chimchar, la cual estaba ambientada en una especie de selva formada por magma y rocas encendidas que habían estado modeladas para parecer arboles ígneos.

-Coge el que más te guste, pero vigila no te fundas con el magma. – dije, situándome en su sitio unos guantes protectores. – Todos son machos, así que escoge el que más te convenza.